El llantén es una planta de grandes hojas verdes que, junto con las semillas, se utilizan para hacer remedios medicinales naturales. Entre las propiedades curativas del llantén encontramos su capacidad para tratar infecciones urinarias, bronquitis, resfriados, hemorroides y además actúa como un antiinflamatorio y para curar irritaciones de la piel y los ojos.
Las propiedades curativas del llantén son muchas, la más habitual es la de curar resfriados y gripes, aliviando sus síntomas rápidamente. También es útil para sanar la bronquitis crónica, actúa sobre la tos, la sinusitis y el asma, obteniendo beneficios para la salud. Esto se debe a que el llantén contiene potentes antioxidantes, que previenen al cuerpo del daño de los radicales libres.
Las hojas y las semillas del llantén se utilizan como antibacteriano, astringente, antiséptico, antiinflamatorio, antitusivo, emoliente, diurético, expectorante, laxante y refrigerante.
Se utiliza a menudo para combatir las infecciones urinarias y otros problemas en la vejiga; también ayuda a tratar problemas comunes como la hipertensión, los niveles elevados de azúcar en sangre o el reumatismo. Además ayuda a bajar la fiebre, y actúa en el sistema digestivo aliviando el dolor de las hemorroides, frenando la diarrea, la gastritis, las úlceras pépticas y el síndrome de intestino irritable.
En algunos países se incluye dentro de los preparados naturales para dejar de fumar, ya que crea una aversión al tabaco. Y además, por su capacidad para detener las hemorragias y su poder antibacteriano, es muy utilizada para curar heridas.
El llantén ayuda a regenerar los tejidos, por eso su hoja calentada se utiliza como un apósito húmedo para heridas, inflamaciones, úlceras, cortes y picaduras. Y la raíz es utilizada para quitar el veneno de la serpiente de cascabel, las semillas como antiparasitario y el agua destilada de la planta como loción ocular.