Estas pequeñas semillas pueden parecer más bien un elemento con el cual decorar nuestras comidas y darles una apariencia atractiva, pero no hay que dejarnos engañar por su tamaño ya que en realidad son una excelente fuente de minerales como el hierro, calcio; además de ácidos grasos y proteínas.
Así incluirlos tiene una importancia relevante en nuestra dieta que si sabemos aprovechar nos puede otorgar grandes beneficios.
Pero ya sean tostadas, crudas o procesadas lo que importa es incluirlas. ¿Pero qué las vuelve tan especiales?
Regula el colesterol
Ayuda a que el colesterol se mantenga en niveles adecuados en la sangre.
Mantiene los huesos fuertes
Tiene un alto contenido en calcio que ayuda a que la salud ósea sea óptima sobre todo para las personas que no pueden consumir leche de vaca. Su gran aporte también favorece la prevención de las osteoporosis.
Asimilación sin problemas
Este alimento es muy fácil de digerir por el organismo y además se aprovechan muy bien los nutrimentos que contienen, con lo que el calcio y el hierro son fáciles de asimilar al consumir las semillas.
Ayuda a prevenir la arterioesclerosis
Gracias a que propicia una mejor oxigenación del cerebro y permite que la sangre fluya de forma normal y constante, debido a esto la presión sanguínea se normaliza y ayuda a mejorar la salud del sistema circulatorio logrando una prevención contra la arterioesclerosis.
Importante fuente de hierro
Su alto contenido en hierro es benéfico para personas que sufren anemias y sobre todo para las mujeres en período de gestación o lactancia.
Aporte de proteínas vegetales
Tiene un significativo aporte proteico en la dieta pero es importante tomar en cuenta que son proteínas de origen vegetal por lo que es necesario complementar con otro tipo de alimentos para enriquecer la dieta y cubrir la demanda de aminoácidos al día, un buena idea es combinar con cereales y leguminosas como la soya para crear una proteína de alta calidad gracias a sus aminoácidos esenciales.
Buen nivel de fibra
El sésamo o ajonjolí negro tiene un aporte mayor de fibra que las semillas de sésamo blancas, por lo que es un extra que lo hace aún más atractivo para consumir, debido a que la fibra ayuda a mejorar los procesos digestivos.
100 gramos de sésamo negro nos aportan además:
Distintas vitaminas como la vitamina A, vitamina D, E y K además de las que pertenecen al grupo complejo B (vitamina B1, B2, Niacina etc.), sumamente necesarias para mejorar la salud de la piel, ojos, cabello y en general todo el organismo.
Recomendaciones para incluir el sésamo negro en tu dieta
Los expertos en nutrición sugieren agregar estas semillas como condimento para ensaladas, pastas verduras o frutas, consumirlas con el pan o en incluso en las galletas.
Se recomienda consumir 2 cucharadas de semillas de sésamo al día.
Otra buena opción para que el sésamo forme parte de tu dieta diaria es prepara una pasta a partir de sus semillas, esta pasta se consume desde hace mucho tiempo en la región árabe y es llamada tahina o tahine, es muy fácil de preparar y nos permite aumentar el consumo de esta maravillosa semilla. Aquí te decimos como se hace.
Tahine: Pasta de sésamo
Ingredientes
6 cucharadas de sésamo
¼ tza. De agua
Sal y pimienta al gusto
¼ cdta. Jengibre
Preparación
Tostar en el horno o en un sartén las semillas de sésamo, debe ser a fuego muy bajo para evitar que se quemen.
Procesar las semillas tostadas con un poco de agua hasta obtener una consistencia espesa y cremosa, no debe ser demasiado líquida.
Cuando la pasta esta lista condimentar con sal, pimienta y el jengibre.
Esta pasta puede servir para preparar hummus o untar directamente en el pan, es una gran fuente de energía por su rápida absorción.